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Feier- und Gedenktage in Portugal

Nach dem Sturz der Diktatur wurde fortan im demokratischen Portugal den republikanischen Ursprüngen gedacht, die althergebrachten, patriotischen Feiertage transnational umgedeutet und der 25. April als Gründungsmythos der portugiesischen Demokratiewerdung etabliert.

Auf der Avenida da Liberdade in Lissabon ertönen die Sprechchöre einer großen Menschenmenge: „Für immer 25. April - Nie wieder Faschismus!“. Überall sind rote Nelken zu sehen – es ist der 25. April, der Tag der Freiheit in Portugal. Die nationalen Feierlichkeiten erinnern an den 25. April 1974, an dem die Diktatur in Portugal durch junge Offiziere gestürzt wurde. Anstelle einer gewaltsamen Eskalation erhielten die Offiziere von der Bevölkerung die zum Symbol gewordenen roten Nelken, die sie sich in die Gewehrläufe steckten und namensgebend für die Nelkenrevolution wurde. Die Erinnerung an die Revolution entwickelte sich zum Fluchtpunkt der demokratischen Erinnerungskultur in Portugal und macht den 25. April zum bedeutendsten Feiertag des Landes. Seit 1977 begeht auch das portugiesische Parlament die Feierlichkeiten mit Reden des Präsidenten, des Premiers und Vertretern der im Parlament vertretenen Parteien. Die großen Tages- und Wochenzeitungen sind mit Interviews von Zeitzeugen gefüllt und die Intellektuellen des Landes debattieren über die diktatorische Vergangenheit sowie das Erbe der Nelkenrevolution.

Ein wesentlich älterer Feiertag, der mit einer demokratischen Erinnerungskultur in Portugal assoziiert werden kann, ist der 5. Oktober – der Tag der Einsetzung der Republik. Der Feiertag rekurriert auf den Sturz der Monarchie und die Etablierung der Ersten Republik am 5. Oktober 1910. Selbst in Salazars „Neuem Staat“ blieb der 5. Oktober als Feiertag erhalten, weil die Illusion des republikanisch verfassten Staats zumindest nominell aufrechterhalten werden sollte. In der Praxis nutzte die politische Polizei PIDE die Feierlichkeiten, um republikanische Netzwerke auszumachen und zu zerschlagen. Mit der Überwindung der Diktatur am 25. April 1974 vollzog sich erneut ein Bedeutungswandel des 5. Oktobers. Die Erste Republik sollte nun zur Wiege der portugiesischen Demokratie erklärt werden, an deren Erbe das post-diktatorische Portugal anknüpfen konnte. Seither wird der 5. Oktober – durch eine Militärparade samt Nationalflagge, die mit der portugiesischen Nationalhymne untermalt wird – in der Hauptstadt gefeiert. Die feierliche Zeremonie wird durch die Reden des Präsidenten und des Bürgermeisters von Lissabon beschlossen. 2012 wurde der Nationalfeiertag ausgesetzt – bereits vier Jahre später wurde diese kontroverse Entscheidung jedoch revidiert.

Im Gegensatz zu den zuvor genannten Gedenktagen ist der 10. Juni als Feiertag keine kommemorative Säule für die Demokratie in Portugal. Der 10. Juni wurde im Jahre 1880 feierlich eingeführt und stammt somit aus der Zeit der Monarchie. Gedacht wurde dem portugiesischen Nationalpoeten Luís Vaz de Camões, der am 10. Juni 1580 gestorben sein soll. Mit der Ehrung Camões’ wurde gleichzeitig der portugiesischen Sprache ein Denkmal gesetzt, die in Camões’ Epos Os Lusíadas formvollendet wurde. Angedeutet ist hiermit auch der deutlich patriotische Charakter des Feiertags, der dann im Estado Novo durch das Epitheton „Tag der Rasse“ eine ethnisch-nationalchauvinistische Zuspitzung erfuhr. Der demokratische Übergang und die Dekolonisierung ab 1974 machte die Umdeutung des nationalen Feiertags dringend notwendig, sodass der 10. Juni 1978 zu „Tag Portugals, Camões’ und der portugiesischen Gemeinschaften“ umbenannt wurde. Die zunehmende Abkehr von der nationalen Fixiertheit zeigt sich auch in der Transnationalisierung des Feiertages. So wurde der 10. Juni nun jeweils in einer portugiesischen Stadt und einem Zentrum der portugiesischen Diaspora gefeiert – so 2016 in Paris, im Jahr darauf in São Paulo und Rio de Janeiro.

Días festivos y conmemorativos en España

Mientras que los festejos centrales de la dictadura franquista fueron reinterpretados y abolidos después de 1975, los nuevos y reintroducidos días festivos nacionales y regionales albergan un alto grado de potencial para conflictos políticos.

El 11 de septiembre de 2013 una cadena humana se extendió 480 kilómetros a través de la comunidad autónoma de Cataluña. Este "camino hacia la independencia" pretendía dar peso político a las reivindicaciones independentistas de Barcelona. El día no fue elegido por casualidad. En conmemoración de la conquista de Barcelona en la Guerra de Sucesión de 1714, la Diada de Catalunya había sido prohibida tras la toma de Barcelona por las tropas franquistas en febrero de 1939. Reintroducida en 1976, fue la referencia central del movimiento independentista catalán, especialmente a partir de 2010. En el País Vasco, además del tradicional día festivo Aberri Eguna (Día de la Patria) que coincide con el Domingo de Resurrección, el 26 de abril se convirtió en día de conmemoración del bombardeo de Gernika de 1937, con reportajes especiales surgiendo en El Correo de Bilbao los aniversarios redondos. El 26 de abril de 1997 fue declarado "día de lucha" por ETA, que asesinó a un policía y llamó a la resistencia contra el estado central español.

A nivel nacional, tras la muerte de Franco en 1975, se consideró necesario reinterpretar de forma democrática el calendario festivo de la dictadura. Después de 1975, el 18 de julio, día del golpe militar de 1936, se convirtió en día de conmemoración de la guerra civil y sus víctimas, principalmente en forma de artículos periodísticos. Por un lado, el presidente del gobierno Felipe González advirtió en el 50 aniversario, el 18 de julio de 1986, que la guerra civil "no [era] un acontecimiento para conmemorar." Por otro lado, se publicó simultáneamente en el diario El País la serie de artículos "La Guerra de España," en la cual historiadores españoles comentaban distintos aspectos de la contienda. El 1 de abril, "Día de la Victoria" de los nacionalistas en 1939, Franco siempre había celebrado el desfile militar en Madrid. A partir de 1977, éste se convocó en ciudades alternas a principios de verano como "Día de las Fuerzas Armadas" bajo la dirección del rey. Especialmente en la fase inicial, este día fue muy conflictivo. Por ejemplo, en torno al Día de las Fuerzas Armadas de 1979, ETA asesinó a cuatro militares y dos policías y perpetró un atentado con bomba en Madrid. El 20 de noviembre, aniversario de la muerte de Franco, los nostálgicos de la dictadura marchaban regularmente hacia el "Valle de los Caídos" hasta que se prohibió en 2007.

El 6 de diciembre de 1983 – quinto aniversario de la aprobación de la Ley Fundamental española de 1978 – se celebró por primera vez el "Día de la Constitución." En la primera ceremonia en el Parlamento, el rey Juan Carlos hizo una valoración positiva, hablando de "cimientos de una convivencia en paz y libertad." A partir del cambio de milenio, la constitución fue objeto de una mirada cada vez más crítica. Así, destacados políticos y juristas españoles se pronunciaron a favor de una reforma constitucional en El País en su 30º aniversario de 2008. La “Fiesta Nacional de España," que se celebra el 12 de octubre desde 1892 y conmemora el desembarco de Colón en América en 1492, sufrió una continua revisión. Mientras la dictadura franquista celebraba la grandeza imperial de España en lo que entonces aún se llamaba "Día de la Raza," a partir de 1975 la fiesta se dedicó al entendimiento internacional. Así los reyes se reunieron con el presidente mexicano López Portillo en las Islas Canarias el 12 de octubre de 1977. El 12 de octubre de 1992 – 500º aniversario del desembarco de Colón – el rey Juan Carlos clausuró la Expo de Sevilla con un mensaje de amistad a los países de América Latina.