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Enseñanza de historia en España

Pasó mucho tiempo antes de que la muerte de Franco en 1975 fuera enseñada como una cesura definitiva en el sistema escolar español. Hoy día, la guerra civil y la dictadura siguen siendo temas sensibles que se enseñan lo más desprovistos de valor posible en nombre del consenso social.

"El alumno debe considerar el sistema democrático como el más adecuado para la convivencia y desarrollar una actitud positiva hacia la constitución." Así formulaba un borrador de 1983 el postulado democrático de la reforma educativa del PSOE, que luego no se aplicó hasta 1990. En las clases de historia de aquellos años, la transición democrática posterior a 1975 no se enseñaba aún como una clara ruptura entre dictadura y democracia. En su lugar, en los libros de texto españoles pueden encontrarse términos como "desarrollo económico" y "cambio social," que insinúan un proceso de apertura gradual bajo la dictadura. No fue hasta el cambio de milenio cuando la transición se enseñó entonces como una convulsión política. Sin embargo, la dictadura de Franco se sigue dividiendo a menudo en los malos años de hambre tras la guerra civil y los buenos años de crecimiento de la década de 1960. El tratamiento de la guerra civil también sigue siendo ambivalente. Aunque las motivaciones del golpe de 1936 se discuten cada vez más, no se evalúan de manera normativa.

Una característica especial en las escuelas españolas es el hecho que las clases de historia en la enseñanza secundaria se dividen tradicionalmente en historia mundial e historia nacional, enseñándose primero los contextos globales. Esta disposición siempre permite presentar a España como un país tardío sobre el que repercutieron los grandes acontecimientos europeos de los siglos XIX y XX – revoluciones burguesas, industrialización y movimiento obrero, guerras mundiales, descolonización y Guerra Fría –, robándola de la capacidad de configurarlos autodependiente. Así, sólo en algunos casos excepcionales se trata la dictadura franquista en la Historia Universal como una nota al margen de las formas europeas del fascismo en Alemania e Italia. En el bachillerato, la historia nacional – a diferencia de la historia universal – es entonces una asignatura obligatoria. Sin embargo, en vista de la abundancia de temas tratados en el último curso escolar, se deja en manos del profesor decidir cuanto espacio ocupan realmente la guerra civil y la dictadura franquista.

Si las conquistas coloniales de España se tratan en el marco de la historia nacional, la descolonización de las colonias americanas sigue siendo una nota marginal. En su lugar, se transmite más bien el hundimiento de los imperios coloniales británico y francés dentro de la historia mundial del siglo XX. En este marco también reaparece la América Latina independiente, con los extremos del continente – la Revolución Cubana, el populismo de Perón en Argentina y la dictadura de Pinochet en Chile – presentados como contraejemplos negativos de la España democratizada y económicamente próspera. Una imagen completamente diferente de la historia se dibuja en los libros de texto catalanes y vascos, donde la "región histórica" se convierte en el marco nacional de referencia. En particular, se hace hincapié en el liderazgo de las nacionalidades periféricas en la industrialización sobre el centro de España. La Guerra Civil española se entiende en aquel contexto principalmente como una guerra perdida de las regiones autónomas progresistas contra la atrasada España nacional de Franco.

Geschichtsunterricht in Portugal

Der portugiesische Geschichtsunterricht erlebte in den vergangenen 50 Jahre fulminante Umbrüche: Ging es in Zeiten der revolutionären Transition (1974-1976) insbesondere um die Totalabsage an die vormalige Diktatur, so steht inzwischen die Schärfung eines globalen Geschichtsbildes im Vordergrund der schulischen Unterweisung.

„Die pädagogische Bewegung ist auf intime Weise mit der politischen verbunden“. Dies verkündete ein Rundschreiben der MFA inmitten des revolutionären Prozesses im Jahre 1975 und deutet bereits an, dass mit dem politischen Bruch auch eine Revision des als „faschistisch“ gebrandmarkten Bildungssystems forciert wurde. Die heftige politische Polarisierung insbesondere im „heißen Sommer“ 1975, die mit einer temporären Dominanz der linken politischen Kräfte in Portugal einherging, fand auch entsprechenden Niederschlag im Geschichtsunterricht. So warten Schulbücher dieser Zeit mit hagiographischen Darstellungen Lenins auf, setzen Nationalsozialismus und Salazarismus gleich. Darüber hinaus werden Schülerinnen und Schüler mit Fragen wie „Was ist das Verbrechen des Kapitalismus?“ konfrontiert.

Mit der allmählichen demokratischen Konsolidierung ab 1976 verschwinden die revolutionären Leidenschaften rasch aus den Geschichtsbüchern. Themen wie die portugiesischen Kolonialkriege gewinnen ab den späten 1970er und frühen 1980er Jahren zunehmend an Bedeutung. Auffällig ist darüber hinaus das Primat der Quellen in den Geschichtsbüchern jener Zeit, die bspw. beim Thema der Nelkenrevolution eher von Darstellungstexten flankiert werden, als dass diese im Vordergrund stünden. Seit den 1990er Jahren setzte schließlich eine deutliche Abgrenzung des Salazarismus von den anderen Autoritarismen und Totalitarismen Europas ein. Ab der Jahrtausendwende gab es dann klare Anknüpfungspunkte an die europäische Erinnerungskultur, die durch die Aufnahme des Holocaustgedenkens sowie verschärfter postkolonialer Kritik markiert sind.

„Ein neuer Abschnitt der Geschichte“ - so nennt der vielgenutzte Verleger Porto Editora seine in drei Bände aufgeteilte Unterrichtsmaterialen aus dem Jahr 2018 für den Geschichtsunterricht der zwölften Klasse in Portugal. Der Paradigmenwechsel des zeitgenössischen Geschichtsunterrichts in Portugal ist durch einen deutlichen Wandel in der Themenauswahl markiert. Der dritte Band der vorgestellten Reihe setzt sich ausschließlich mit transnationalen und internationalen Themen auseinander. Im Zentrum steht die Geschichte der Europäischen Union, die seit Portugals Beitritt am 1. Januar 1986 ein wachsender Bezugspunkt im politischen Leben des Landes wurde. In ähnlicher Ausführlichkeit wird über die rezenten geschichtlichen Ereignisse sowie die neuen multilateralen Foren in der lusophonen und iberoamerikanischen Welt berichtet. Darunter die Mission der UNO im Osttimor-Konflikt, die Übergabe Macaus an China, die Konstituierung der CPLP am 17. Juli 1996 und die Iberoamerikanischen Gipfel.